domingo, 9 de septiembre de 2012

El Libro del Arte, La edad de las Iglesias

La hermosa y por siempre inconclusa fachada de
San Felipe Neri, actual Biblioteca Lerdo de Tejada
Ha habido grandes epocas de la Civilizacion Mexicana, una de las mas importantes fue el alto Virreynato, la epoca en que al fin se habia conseguido paz y tranquilidad, y una relativa buena integracion social, fue en ese momento que empezo una gran labor reconsructiva, muchas iglesias construidas en los siglos anteriores, fueron reconstruidas con un estilo mucho mas creativo, las manos de los artistas mexicanos, ya habian hecho escuela, en las iglesias de finales del siglo XVIII se sienten estilos firmes y seguros, Iglesias en diferentes estilos, elaboradas tallas en piedra, adornos naturalistas, abstractos o religiosos; o bien, hermosas decoraciones en Talavera y aun en las pequeñas iglesias menos favorecidas economicamente, hermosos labrados en madera.

Santo Domingo, un ejemplo de arquitectura sencilla y sobria
Exteriores con trabajos en estilos tradicionales, mixtos o en el hermoso rococo, interiores con paredes pintadas en un sencillo estilo muralista, cupulas y techos adornados, santos en madera o ceramica, retablos hermosamente adornados de madera tallada y dorada, hermosas pinturas de temas religiosas sobre tela en las paredes o madera en los retablos. Casi todo ello se ha preservado mas o menos bien.


Uno de los retablos mas hermosos del mundo
el famoso "Altar del Perdon" en la Catedral Metropolitana del DF
reconstruido despues de un furioso incendio
Los años de guerra en el siglo XIX, vieron la desaparicion de muchos de los elementos decorativos moviles, como orfebreria y joyas, el oro y las piedras preciosas de los vestuarios de los santos, los cadices, las vestimentas de los sacerdotes y muchas cosas mas se usaron para pagar por armas, ya fuesen de los Conservadores o los Liberales, de esas obras de arte solo quedan unas cuantas descripciones, varias pinturas y unas pocas piezas, conservadas en museos, hay dos lugares para verlos, el museo de Tepozotlan y el de Puebla.

Autor: Sergio Tellez Morales

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